miércoles, 10 de agosto de 2011

Charlando con Neruda

Nuestro profe de Literatura.
El profe de Literatura que tuve en el colegio nunca daba clase.Mis amigos del cuarto de secundaria de la promo 77  lo saben. Llegaba al aula, se sentaba y decía: “Hacer el resumen del tema tal”. Como él no explicaba la materia del temario yo no me interesaba por sus exámenes. Pero al final del curso tuve que prepararme en uno. Mi intención por tal examen  fue de joda. Me leí a Neruda de arriba abajo. Pero era una pantomima por parte de ambos: él no estaba dispuesto a aprobarme puesto que me había aburrido durante todo el curso, y yo hice mi peor examen de secundaria porque sabia que de cualquier forma me iba a tener que pasar la mano, ya que tenia calificaciones de notable y sobresaliente en todas las demás asignaturas. Al final me aprobó por las presiones del resto de profesores: El caso es que alguna que otra vez hizo algo mas que leer el periódico mientras nosotros redactábamos resúmenes: aconsejar alguna que otra poesías. Yo no solía prestarle atención, pero de alguna manera logró que leyera a Neruda. Y de toda mi lectura estos versos se grabaron en mi distraída mente.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y te veo desde lejos, y tu voz no me toca.
Parece que la lengua se te hubiera quemado
y parece que un bozal te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de manchas
apareces con la escoba, y el bote de lejía.
Marujona sin remedio, te pareces a tu madre,
y te pareces a la palabra parlanchina.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, simbólico refunfuño.
Y te miro desde lejos, y tu voz no me alcanza:
déjame que vea en paz el partido de fútbol.
Déjame que te hable también con mi silencio
alto como una jirafa, simple como un tornillo.
Estás así desde anoche, callada y mosqueada.
Tu silencio es de pega, tan anómalo y ficticio.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una excusa bastan.
Y estoy jodido, jodido porque nunca es cierto.
Esta es una version humoristica del Poema XV del libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924). Hecha con el mas profundo respeto al autor de Barcarola… sus listas de sonido, sus lúgubres barrotes, se levantan a orillas del océano solo.

El poema:

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca. Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza :
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

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