miércoles, 15 de mayo de 2013

Una mujer ilusa

Todo parece encantador y delicioso. Mi entusiasmo es inmenso. Hasta la música discordante ingresa a mis oídos con gracia.

Espero a alguien. Iremos al cine, juntos; es la primera vez que iremos juntos. Son las cinco de la tarde, espero. No hace frío, el ambiente es cálido. Cojo un viejo libro, el que aún no me permito terminar de leer. Son las cinco y media. Suena el teléfono. Dejo el libro y corro a contestar. Mis pasos me siguen hacia el sofá, medito; mi corazón está oprimido. Ya no cuento los minutos, sé que no va a llegar, me ha dicho que no va a llegar; me acerco a la ventana, poso mi cabeza sobre el vidrio y sonrío tontamente. Vuelvo con Wilde, intento leer nuevamente, mi pensamiento está en otro lugar, no entiendo lo que leo, estoy dolida, pero trato de excusarlo: «Estuvo con sus primos y se le hizo tarde. Tal vez se quedó dormido por culpa de la resaca y el cansancio».

Me invade la duda, la detestable duda... Tengo que ser firme. Sí, tal vez se está riendo de mí. No me ama. Está jugando conmigo. ¡Diablos, es un imbécil, o yo soy la imbécil!

Me llaman a cenar.

Intento en vano tragar algún bocado. La comida es indigesta desde la primera cucharada. Aprieto los puños y doy rugidos como una escolar sin elección...

La azarosa noche de un domingo de septiembre de hace muchísimos años, después de haber cenado sin ganas, me fui directo a mi cuarto y tomé mi diario, en donde escribí lo siguiente: «Hoy me he comportado por primera vez como una mujer ilusa. Quise vivir la ilusión de mi primer amor y creer que estaba enamorada. Pero al final me dieron con la puerta en las narices. No importa; yo he de averiguar algún día por qué lo hizo... Procura recordarlo. Piénsalo bien».

Hoy por fin lo averigüé. Fue por una miserable y alcohólica apuesta. Apostó a que me dejaba plantada como una bandera a media asta. Solo me queda echarle la culpa a la falta de carácter que tuvo o que tiene y a lo inmaduro que fue o que es. ¿Por qué lo hiciste?

Pero ¿era yo, en efecto? ¡Vaya, qué estupidez! Hasta tiene hoy algo de cómico. Hasta parece una broma. Hasta puedo incluir unos rasgos actuales y míos en esta historia. 

Pasarán mil años, pero lo irónico de aquella apuesta quedará indeleble en mi alma. Ignoro si el destino nos involucrará de nuevo. Si logra hacerlo, será un verso al revés y del todo superfluo, cuyas variaciones no integrarán nada. Tal vez, exclusivamente imaginaciones horribles. Porque has inventado para mí el infierno. 

No tengo ganas de escribir nada. Y no sé por qué lo hago. 

Los lugares ya no existen, los espacios son distantes y el tiempo, todo, se encuentra desmantelado. Físicamente, me rodea el alcohol pendenciero de la apuesta, en el que me llevo la peor parte. Esto, y lo que ignoras, ojalá te ayude a comprender lo descuidado que fuiste. 

Es duro entender lo que un hombre decía y me lo decía, que una mujer podía importarle más allá de los objetos del deseo, porque los dos estábamos enamorados y eso tú bien lo sabes. Esto ahora, de algún modo, me humilla.

¿Qué te costó hacerles trampa? Pero no, preferiste desahogarte con extraños. Con desconocidos que trajeron la discordia.

Hoy lo maté. Que se quede aquí con sus piltrafas, ya no hará más daño.

Libertad.

2 comentarios:

  1. No puede ser.
    Me has condenado a una gran desgracia... ¿Tan facilito? ¿o están jugando en pared?
    En todo caso, ya está escrito. Ganaste la apuesta Charly. He de reconocer que al menos en estos asuntos conoces a la susodicha mejor que ella a tí. No sospeché que iba a creerse tu "cuentito" sin el menor cuestionamiento, si está visto que no resiste el menor análisis. Tenías razón. Al parecer únicamente te cree en la parte que no le conviene. Esta semana hacemos efectiva la piscina de chelas.
    Y Amiga, no te preocupes por la caja que perdí esta semana. No es nada comparada con las 10 cajas que le hiciste perder a Charly el año pasado :p
    Y cuando estés nuevamente por aquí, por favor comunícate con nosotros. Podríamos reunirnos en manchón para comer algo y departir de lo lindo compartiendo algún vinito o lo que te provoque.
    Un abrazo.

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  2. Jaaaaaaaaaaa
    ¿Viste que no contestó? Ya terminó el mes y sólo se limitó a hacer mutis. Me debes otro jonca Charly.
    Más suerte para la próxima.

    PD: gracias a ya saben quien por haberse convertido en una fuente inagotable de chelas.

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